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PALOMARES

 
   "El palomar rústico de Castilla, no sólo decora y amuebla el paisaje: lo calienta. Es una referencia en la inmensidad desolada del páramo. La expansión del palomar por estos pueblos data del siglo XIX, de finales de siglo. Palomares de barro, cuadrados unos, otros rectangulares; los más, redondos como diminutos cosos taurinos. En antigüedad se llevan la palma los de Wamba, del XVIII, y, los más bellos, como conjunto, los de Villavicencio de los Caballeros, diez palomares encaramados en una loma, como un bando de perdices, dominando el llano. La plasticidad del conjunto acrece cuando estos palomares, iluminados por el sol poniente -que arranca de la paja fulgores de oro viejo- se recortan sobre un nubazo negro, de verano."
 
MIGUEL DELIBES: Castilla habla.
Acuarela de Mª Luisa Rueda Rueda
ACUARELA DE Mª LUISA RUEDA RUEDA
   Los palomares en Tierra de Campos son construcciones de volúmenes contundentes, con un repertorio importante de formas básicas en las que apenas abunda la decoración. Suelen situarse fuera de los núcleos de población y, dado el papel secundario que asumían en las economías familiares, no solían reunir elaboraciones complejas en su formalización. Los volúmenes eran limpios y se concentraba la ornamentación en los remates de los muros, en los encuentros con las cubiertas.
    El palomar de Tierra de Campos cumple una función práctica de alojar a las palomas.El palomar como edificación específica y aislada de la casa se localiza en las comarcas donde es posible una cría abundante, por su relación estrecha a la existencia de grandes extensiones de cultivo de cereal, preferentemente cebada, teniendo sólo que ayudar a la paloma cuando escasea el alimento. Se realizaban mayoritariamente con adobe o con tapial, pero también se conservan ejemplos realizados con ladrillo y alguno con piedra.
El palomar como edificación específica y aislada de la casa se localiza en las
comarcas donde es posible una cría abundante, por su relación estrecha a la existencia
de grandes extensiones de cultivo de cereal, preferentemente cebada, teniendo sólo
que ayudar a la paloma cuando escasea el alimento
   Dentro de los palomares se dejaban unos espacios destinados a situarse las palomas de forma individualizada y que se denominan nidales, aunque también reciben otros nombres.Los nidales se incrustan en las caras interiores de las paredes dentro del palomar.Los nidales se disponían en las paredes del palomar a tresbolillo y sus técnicas de construcción eran variadas ya fueran con adobe, vasijas de barro sin cocer, tablas o directamente excavados en el muro del tapia. Se dejan pasillos entre los muros para proceder a la limpieza al mismo tiempo que se deja el espacio suficiente para que las aves puedan moverse con soltura en su interior y también para que estén suficientemente aislados entre si como para evitar la intrusión de machos ajenos al nidal. Los hueco que tienen estas construcciones son los de entrada de las palomas que se encuentran concentrados en los remates de los muros y en los saltos en las cubiertas (si los hay) y en la puerta de entrada que se abre normalmente al Sur para evitar los fríos vientos del norte.